Toda empresa, sea manufacturera o de servicios, requiere garantizar sus operaciones contando en tiempo y forma con los recursos necesarios para tal efecto. El área de compras deberá establecer ciertos criterios para seleccionar a los proveedores que mejor cumplan con esta importante labor.
Aunque algunas de las veces, los administradores consideran el precio y la calidad de los productos o servicios como factores determinantes al momento de elegir un proveedor, existen otros puntos interesantes que puedes comparar y evaluar. A continuación te compartimos una serie de características que puedes considerar a la hora de pensar en un buen proveedor para tu empresa:
Relación precio-calidad: asegúrate de no sacrificar uno por el otro. Recuerda que de nada servirá conseguir precios exageradamente bajos si a la larga lo que se compromete es la imagen de la empresa. Procura trabajar con proveedores con precios razonables que sean acordes a la calidad de su producto o servicio y a los precios promedio del mercado. Toma en cuenta además que puedes negociar precios por volumen, descuentos por pronto pago, etc.
Ubicación: el que tu proveedor esté localizado en un punto cercano y fácilmente accesible, te ayudará a que el trabajo fluya más ágilmente ya sea cuando tengas que acudir a su negocio, o cuando este tenga que entregar o realizar algún servicio en tu empresa.
Tiempos de entrega: este es un punto clave para que la empresa no detenga su operación, por lo que es importante que te asegures de que el proveedor que elijas no te fallará en el abastecimiento oportuno de los recursos.
Condiciones de pago: siempre es de gran beneficio contar con un proveedor que te ofrezca facilidades a la hora de pagar, ya sea en métodos de pago, o con algún tipo de financiamiento.
Certificaciones: que el proveedor cumpla con ciertas normativas y estándares te da como cliente la seguridad de que su negocio no es improvisado y tiene un buen sistema de gestión de la calidad.
Reputación: el prestigio y la experiencia de la marca del proveedor en el sector es un factor importante. Investiga este punto en las múltiples fuentes de información que hoy en día están a tu alcance.
Servicios post-venta: la relación entre la empresa y el proveedor no siempre termina con la venta del producto o servicio. Dependiendo de la naturaleza del bien adquirido, puedes tomar en cuenta si el proveedor ofrece servicio de mantenimiento, asesoría en el uso de sus productos, algún tipo de garantía, políticas de devoluciones, etc.
Recuerda que un buen proveedor es aquel que respeta sus compromisos o en su defecto, el que es capaz de notificar con tiempo de algún cambio o imprevisto para que el cliente haga los ajustes adecuados y no detenga sus operaciones. No olvides que al final del día, resulta muy conveniente generar y mantener una relación de mutua confianza entre la empresa que compra y la que provee.